Parana de noche.. vol.2

La ciudad de Parana es linda para recorrerla de noche también.. se siente segura, permite escuchar los ruidos y silencios de la noche.. caminar sin prisa sobre sus banquetas empedradas y losetas rotas por las raíces de los arboles que crecen en ellas.. hay una cuadra en particular que me obsesiona, cuando camino de regreso a casa, alrededor de las diez de la noche.. paso por ahí y una combinacion con la ubicación de las lamparas, los edificios y mi posición, genera cuatro sombras de mi misma.. que caminan conmigo.. acá por las noches la ciudad parece dormir, pero sigue despierta, los restaurantes y bares vuelven a abrir, así como las choperias y rotizerias (expendios y comida rápida).. aunque las calles parezcan despejadas, en realidad la segunda parte del día apenas comienza.. las familias usualmente cenan, los restaurantes se llenan.. el frío regresa.. me agrada caminar de noche, no hay prisas ni trafico.. la obscuridad enfatiza las cosas que puedes ver.. y las que no también.. sobre la vida nocturna, debo decir que las opciones de entretenimiento parecen limitadas, aunque hay muchos bares y lugares pequeños que aun me falta por explorar, los "jóvenes" se concentran en dos o tres boliches (antros) donde todo empieza y termina tarde.. muy tarde, o debo decir muy temprano? la primera ocasión que visite un boliche por acá salí casi asustada, sorprendida mas bien del atrevimiento de muchos, pero esta ultima vez, ya con la guardia en alto y sin cara de "nueva", debo decir que la experiencia fue mucho mas placentera, pudimos bailar y convivir sin problema, de nuevo fue interesante observar como algunos hombres prefieren bailar entre ellos y como los apasiona algunos tipos de música.. esta vez me quede hasta que mis pies no me lo permitieron mas.. el sol salio antes que nosotros, sobre el rio había una capa de neblina rosácea, que le daba un toque de misterio y belleza al islote.. fue muy hermoso de observar.. al regresar a casa, no sabia si dormir o ya permanecer despierta, esto de los horarios sigue siendo la diferencia mas significativa que he experimentado hasta ahora, lentamente, pero muy lentamente y casi a fuerza, empiezo a ajustar un poco mi horario biológico.. otra de las cosas curiosas que me han sucedido de noche, fue toparme con un extraño que me acompanio a comprar una tarjeta telefónica solo por haberle hecho una pregunta.. caminamos bastante hasta encontrar un kiosco abierto (tiendita de la esquina), después de confirmar que tenían tarjetas, me dejo ahí, sin preguntar siquiera mi nombre.. me sorprende a veces la amabilidad de la gente: "conta con mi casa!", "lo que vos quieras, lo que necesites!".. el otro día venia caminando y una lluvia de flores moradas cayó sobre mi, como un regalo.. una de esas pequeñas flores cayó mas lentamente girando, danzando frente a mi.. me fascina estar rodeada de arboles, con frutas, algodones, flores, con hojas y sin ellas.. cuando me vaya me llevare uno en la maleta..